martes, 2 de noviembre de 2010

La mujeres de hoy en día

Alguna vez te has preguntado como mujer ¿Cómo se siente tu útero?, ¿tu vagina?...
Desgraciadamente para muchas mujeres su aparato reproductor es un misterio. En este tiempo donde el tiempo escasea ante la larga lista de responsabilidades que carga la mujer, no existen espacios de exploración y experimentación donde la mujer pueda sentirse y escuchar lo que su cuerpo le está transmitiendo.
La conexión con esta zona tan sagrada de su cuerpo está en manos de los profesionales médicos, y es en esas ocasiones donde la mujer descubre lo que le está sucediendo a su útero, vagina, ovarios, etc. Muchas veces es la propia medicina la que pronostica todo tipo de disfunciones como son quistes, miomas, pólipos, endometriosis, cáncer etc. Y ante la perplejidad e incomprensión de estas disfunciones, en la mayoría de los casos, la mujer cae presa del pánico, sintiendo que la única forma de que el problema se “estirpe” sea en la mesa de operaciones.
Hay momentos en que una operación quirúrgica puede devolvernos a la vida, pero desgraciadamente muchos de los problemas físicos persisten ya que no hay una toma de consciencia sobre la raíz emocional del problema. Hay infinidad de mujeres que, aun habiendo sido intervenidas quirúrgicamente de un mioma, por ejemplo, este tiene muchas posibilidades de reproducirse de nuevo.
Para evitar que esto suceda es necesario que recobremos la conexión con nuestro vientre. Pues las afecciones en el útero, la vagina, ovarios, trompas…etc. no son más que el grito del cuerpo ante la negación de nuestra naturaleza femenina. Esto implica en muchos casos problemas de infertilidad, quistes, pólipos, endometriosis, cáncer.

La sombra femenina

Los ovarios “poli quísticos” muestran conflictos con la energía de creación en nuestras vidas, así los problemas en el útero, como la endometriosis, nos muestra un bloqueo en la expresión de nuestra verdadera esencia o identidad como mujeres. Las protuberancias en el aparato genital femenino muestran la frustración soterrada que vivimos como mujeres insatisfechas con nuestra condición femenina. Los pólipos, protuberancias en el útero, emergen ante el deseo frustrado de ser madres, suelen aparecer en la menopausia tiempo en el cual la mujer, si no ha cumplido con sus anhelos más internos, manifiesta todo ese contenido inconsciente en su cuerpo.
La anorgasmia o la frigidez representa una negación y mutilación de nuestra alegría de vivir, una negación de nuestra expresión como mujeres, también representa a mente controladora que tiene miedo de perder el control.
Todo ello es debido al sistema de creencias “Patriarcal”, que ha constreñido a la mujer y relegado a un segundo plano, Condenando su sexualidad.

Escrito por Surá Lillo

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